Diego Maradona al Barcelona
Aprovechamos el informe que el Diario Deportivo Olé ha realizado para conmemorar los 25 años del fichaje de uno de los mejores jugadores de la historia por el club culé.
A continuación el mismo:
Fue la única transferencia que tramitó en persona fuera de Cataluña. No se trataba de una adquisición cualquiera. El 26 de mayo de 1982, el presidente de Barcelona, José Luis Núñez tomaba el avión que lo depositaría en Ezeiza. Eligió un asiento junto a una ventanilla. Durmió buena parte del viaje. Estaba muy sereno, muy confiado en que, de regreso, se llevaría el fichaje de Diego Armando Maradona.
Guerra y dolor. En realidad, la sociedad argentina estaba conmocionada por otra cuestión gravísima. A pesar de que ese mismo día el ministro de Defensa de entonces, Amadeo Frúgoli, bajaba mensajes auspiciosos ("Nos va muy bien") las tropas británicas masacraban a los chicos que un militar sumergido en alcohol había mandado a Malvinas. La guerra. Las fuerzas argentinas luchaban con fiereza, pero la verdad llegaba desde Londres: indefectiblemente, Puerto Darwin caería en horas. Sería uno de los golpes clave que aceleraron la derrota final. Ese mismo día el papa Juan Pablo II visitaba en el Palacio de Buckingham a Isabel II, la reina de Inglaterra.
Horas antes, Diego junto a toda la Selección que dirigía César Luis Menotti, había tomado el vuelo charter 1102 de Aerolíneas con destino a Alicante. El Diez había llegado a Ezeiza de la mano de Claudia, arrastrando la pierna derecha, por un desgarro. "Todavía no sé si voy a poder estar contra Bélgica". Tres semanas después sería el primer rival de la Argentina en el Mundial de España. "Pero me muero si no juego", agregó Maradona.
Horas después, Diego se convertiría en catalán.
Venimos a por él.... El miércoles 26 a la mañana, la delegación del Barcelona pisaba suelo bonaerense. A José Luis Núñez lo acompañaban su vice, Joan Gaspart, el abogado Ignacio Brugueras y el representante Josep María Minguella. "Nuestro club ya tiene un precontrato firmado con Maradona y sobre esa base buscaremos finiquitar la operación", declaró el hombre.
Los recibió Jorge Cyterszpiller, por entonces manager de Diego. Aquella mañana de otoño pintaba fresca, aunque no tanto como la de hoy, 25 años después. Un buen almuerzo, bien regado, para ir cerrando los primeros acuerdos. El representante les adelantó a los españoles que sería complicado. Recibió una respuesta cargada de ironía y dudoso gusto: "Lograremos un acuerdo, aunque luego nos manden a Malvinas...".
Por esos días, Argentinos y Boca litigaban la propiedad de Diego en la Justicia. Los de La Paternal decían que debía regresar al Bicho, no bien terminara la Copa del Mundo. Desde La Boca daban instrucciones a sus abogados en sentido opuesto... Y el juez Dupuy dictaba una medida cautelar que en principio, favorecía al club formador de Diego. Pero ese conflicto trababa el acuerdo final.
Se hablaba de ocho millones de dólares, suma que hoy significaría un vuelto en un pase de esa trascendencia. Aunque para un histriónico Núñez, fuera "una cifra demencial". Lo cierto es que de esa plata, en una movida efectista, el Barcelona depositó cuatro millones en un estudio jurídico de Nueva York. Luego, los emisarios catalanes llegaron a Buenos Aires con documentos probatorios de semejante depósito. Jorge Cyterszpiller confirmaba que la idea era financiar el resto del pase en pagos semestrales hasta fines de 1986. También que en esa financiación participaría Televisión Española. Núñez y sus amigos fueron esa noche al Monumental a ver el amistoso entre Argentina y Benfica (1-0). En el segundo tiempo, Diego sintió un pinchazo en el muslo...
Luego se juntaron a comer un churrasco con el presidente boquense Martín Benito Noel y con Carlos Heller, quien ya era gerente de Credicoop y asesor en el club. Luego sería vice de Antonio Alegre en el Xeneize. Había que destrabar el pleito legal para poder avanzar con los números. Diego ganaba en Argentina 720 mil dólares anuales, mientras que el mejor pago en el Barsa, Bernd Schuster embolsaba 427 mil...
Hasta mañana. La reunión no duró mucho y continuó al día siguiente en las oficinas de Heller. Tampoco ésta fue demasiado larga: el acuerdo llegó tras 40 minutos. Los dirigentes del Barcelona le hicieron saber al manager de Diego y a los dirigentes de Argentinos una oferta formal. Para Núñez es "insuperable". Los europeos se tomaron la tarde y la noche para conocer los mejores rincones porteños y disfrutarlos.
Debían recobrar energías para las horas trascendentes que irían de la mañana del 28 de mayo a la madrugada siguiente. Primero fueron locales en un hotel de Retiro. A las 10 ordenaron el desayuno y enseguida llegó el presidente de Argentinos, el ex comisario Domingo Tessone. A las 11.40 se sumaron dos dirigentes de Boca, Pablo Abbatángelo y Marcos Franchi. A las 12.30 llegó Cyterszpiller. A negociar, señores... Pero a la hora todo el mundo partió para la AFA. Al llegar, se comentó a voz baja que había avances pero que nada estaba cerrado. A las 17.30, los catalanes se retiraban furiosos: "Estamos cansados, ellos son locos, piden mucho y por eso nos marchamos sin firmar nada", vociferó Núñez. ¿Un ardid?
Tessone y sus compañeros del Bicho fueron a las oficinas de Maradona Producciones, en el barrio de Núñez, vaya paradoja... Cyterszpiller empezó a negociar con Dios y con el Diablo. Los teléfonos quemaban. Litros de café. El aire se tajeaba con un billete... o con unos cuántos. Los españoles regresaron al ruedo. Alguien declaró: "De aquí no se van sino con un acuerdo". La reunión duró hasta las 4.30 de la madrugada. Al rato amaneció en ese 29 de mayo. Resultó trascendente un llamado a Villajoyoza, Alicante, España. Allá se acercaba el mediodía. Diego daba su OK. Hace 25 años se cerraba su primer fichaje en el exterior.
Ha sido un placer. Ese 29 de mayo los españoles, mal dormidos pero enteramente satisfechos, retornaron a Cataluña. En Baires se quedó Josep María Minguella, representándolos: una luz, un gran conocedor del tema. Sonreía debajo de unos bigotazos alargados y te vendía el sol en cuotas...
Con los catalanes en camino de vuelta, en la Argentina nadie quería confirmar que el total de la operación se había cerrado en 12.400.000 dólares (poco más de 1.200 millones de pesetas). De ellos, 5,9 fueron para Argentinos: dos cash, y el resto desglosado en una cuota de 900 mil y tres de 700 mil, todas semestrales. A Boca les cerraban dos palos y a Diego, un millón y medio. Debía agregar otros tres millones por seis años de contrato. Luego, Argentinos acordó recibir otros 600 mil dólares por seis amistosos y una participación en el torneo Gamper 83 (300 mil). A cambio, debía hacerse cargo del porcentaje de la AFA y de Agremiados. Se dijo que era una cifra superior a lo que embolsaría...
El moño. El 5 de junio, Diego estampaba su rúbrica definitiva. Aunque el lunes 12 de julio, al otro día que Italia venciera por 3-1 en el Bernabéu a Alemania y se consagrara campeón del Mundo, el pase corrió riesgo de frustrarse: el presidente de la AFA, Julio Grondona y su tesorero, Ricardo Petracca, fueron a la sede de Argentinos a advertirle al presidente del club de La Paternal, el ex comisario Domingo Tessone, que la AFA no otorgaría el transfer hasta que no se cancelara el préstamo de 400.000 dólares que había sido solicitado por Argentinos en 1980. Esa deuda, el Bicho se la había transferido a Boca... ¡¡¡Danger!!! Pero el 20 de julio, Minguella se reunió con los dirigentes de ambos clubes y de la AFA, en Viamonte 1366. "Vamos a arreglar los últimos detalles de la operación. Que todos se queden tranquilos: cumpliremos lo firmado".
El 14 de junio, al día siguiente del debut mundialista ante Bélgica (0-1) con Diego en la cancha, la Argentina se rendía en Malvinas. El 5 de setiembre de ese mismo año, ante Valencia, por la primera fecha de la Liga 82/83, Maradona debutaba y convertía su primer gol oficial en el Barsa. El primero de sus 38 con la camiseta del culé... |
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